México es el quinto exportador de autopartes en el mundo y el primero en América Latina. Además, ––según datos de la Industria Nacional de Autopartes (INA)–– el dinamismo de este sector aporta 3% del Producto Interno Bruto, impulsado principalmente por pequeñas y medianas empresas mexicanas que son proveedoras de las grandes armadoras mundiales. ¿Sabes cómo integrarte a esta cadena de valor, sin importar el tamaño de tu empresa?
Desde hace tres años, las exportaciones mexicanas de autopartes han duplicado y hasta triplicado el valor de las exportaciones petroleras. Entre los factores que han impulsado el liderazgo de esta industria están las políticas de apertura comercial que nacen de los 12 tratados de libre comercio que México ha firmado con 46 países, su ubicación geográfica estratégica y la calidad de su capital humano, explica el Foro Económico Mundial en su Reporte Global de Competitividad 2016. De hecho, la firma global KPMG estima que los costos de producción del sector en México son 22.5% menor en comparación con los costos en Estados Unidos.
Ante este panorama, las oportunidades de negocio para las pymes mexicanas se encuentran en las áreas de diseño, de investigación y de desarrollo tecnológico. Actualmente, en el país hay 345 empresas dedicadas a la producción de autopartes y 30 centros de ingeniería y diseño.
¿Tienes lo que se necesita?
Dentro de la cadena de valor de la manufactura de autopartes están las Original Equipment Manufacturer (OEM) o ensambladoras, y éstas a su vez tienen a sus proveedores calificados en TIER 1, TIER 2 y TIER 3.
En general, cualquier proveedora, sin importar qué TIER es, debe cumplir con los certificados de calidad y normas establecidas a escala global. La primera y más importante es la norma de calidad ISO 9001:2015, una regla internacional que se enfoca en calificar todos los elementos que garantizan la calidad de los productos y los servicios de una compañía.
De forma más específica, las OEM y TIER1 ––primeras proveedoras de las OEM–– deben estar acreditadas por la norma IATF 16949:2016, el estándar de gestión de calidad específico para la industria automotriz fijado por la International Automotive Task Force.
Las TIER 2 ––proveedoras de las TIER 1–– especializadas en las autopartes, deberán estar certificadas por la IATF 16949:2016. Esta certificación es para evitar poner en riesgo la seguridad del usuario final. Por ejemplo, por el mal diseño de un bracket, un cinturón de seguridad o los frenos.
Para lograr estas certificaciones tan específicas, Manuel Montoya, director del cluster automotriz de Nuevo León, considera que las pymes mexicanas deben mantener, antes que nada, su salud financiera. “Esto les permitirá tener las condiciones necesarias para invertir en la maquinaria especializada y de alta calidad”.
Finalmente, recomienda Montoya, es importante formar parte de un cluster. El empresario considera que estar dentro de uno facilita el acceso a proveedores de materias primas, de tecnología, de diseño, y absorben buenas prácticas para ser más competitivos y aportar valor agregado como proveedor.