Pymes mexicanas que invierten en tecnología, las más competitivas

Las pymes mexicanas que invierten en tecnología mantienen un factor dominante, ya que dependen menos de contratar servicios con terceros para obtener esa tecnología ante un mercado más dinámico, por ende, son más competitivas. Enrique Cabrero Mendoza, director general de Conacyt en entrevista con la revista Comercio Exterior de Bancomext precisa que algunos  sectores en los que las empresas se pueden mantener en el mercado sin mucha innovación, a pesar de que haya competencia. Ahí es donde más hemos tratado de incidir, y hemos tenido algunos éxitos.

Pymes mexicanas que invierten en tecnología, las más competitivas

¿Cómo es la toma de decisiones de Conacyt en el apoyo a las empresas?

Sí, las pymes mexicanas requieren cierta inversión en tecnología, pero en el país no hay las capacidades para llevarlo a cabo, es muy difícil que ese desarrollo ocurra. Conacyt hace un diagnóstico sobre qué oferta de conocimiento tiene hoy nuestro sistema científico, y qué mercados o sectores pueden estar requiriendo esa oferta. Cuando identificamos la conexión, entramos para ponerla en marcha, incluso a nivel de regiones.

Conacyt trabaja en un proyecto amplio que se llama Agendas Estatales de Innovación y en cada entidad federativa colabora con empresas, centros de investigación y funcionarios del gobierno para ver dónde están esas áreas de oportunidad. La economía del conocimiento se construye así, identificando primero dichas áreas.

¿Cuál es el diagnóstico sobre el acervo de capital humano en ciencias y tecnología y qué destacaría de los esfuerzos en esta materia?

Este es el punto central, pero no siempre se ve así. Muchas veces, cuando se dice que México tiene que transitar hacia una economía del conocimiento, se piensa en infraestructura, como laboratorios, pero la verdad es que la materia prima fundamental de una sociedad del conocimiento es un capital humano altamente calificado. Conacyt pone este elemento por delante de todos los demás en su política. Actualmente hemos pasado ya de 42 mil a 62 mil becarios, una cifra inédita, y de esos el 10% está en el extranjero, en las mejores universidades del mundo. Además, están el sni y un nuevo programa, Cátedras para Jóvenes Investigadores, en el que los más destacados presentan sus candidaturas, en tanto que las instituciones académicas

¿Qué resultados registra el comercio exterior de bienes de alta tecnología y qué podemos esperar en el futuro?

Ha habido buenas noticias en el contenido tecnológico de las exportaciones. Si revisamos la historia del tlcan, por ejemplo, la primera ola de exportaciones tenía un contenido [tecnológico] muy bajo, alrededor del 10%; actualmente, solo 20 años después, anda cerca del 40%. Otra buena noticia es que, en el análisis del Atlas de Complejidad Económica, de la Universidad de Harvard, México muestra una economía de muy alta complejidad, pero es un éxito potencial todavía. Sin embargo, quiere decir que estamos bien preparados para la economía del conocimiento. Nuestra economía es mucho más compleja que las de otros países emergentes, como Brasil, que tiene una economía más grande pero menos compleja.

¿Cree que un eventual incremento del proteccionismo en el mundo sería grave para la investigación científica en México?

Sin duda. No en el ámbito estrictamente científico, porque los centros de investigación, por más proteccionismo que hubiera en Estados Unidos, seguirán vinculados. De hecho, a partir de la elección de Trump, la mayor parte de las universidades con las que tenemos relación nos han contactado para confirmarnos que, más allá de cualquier discurso, la actividad se va a mantener e intensificar. La National Science Foundation, por ejemplo, así se lo ha hecho saber al Conacyt.