Manufactura aditiva, una solución que revolucionará tu industria

La inversión en la manufactura aditiva o impresión 3D ascendió a 429 millones de dólares a nivel global en el último año, de acuerdo con el estudio La transformación de la industria de manufactura de Deloitte. Incluso, la firma prevé un crecimiento de 25 a 30% del sector para 2030, lo que impactará en los procesos industriales de México.

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La industria aditiva cambiará el proceso manufacturero en casi todas las industrias, desde la construcción hasta la medicina, explica la firma SmarTech Publishing en su análisis sobre impresión 3D.

La integración de esta tecnología en los procesos industriales, explica el informe Markets and Markets de la firma The Boston Consulting Group (BCG), llevará al desplazamiento de los procesos de fabricación tradicionales en menos de una década. De hecho, actualmente ya está en pruebas muy avanzadas en los sectores de consumo, vehículos de motor, dispositivos médicos y en el sector aeroespacial.

Las aplicaciones más evidentes en México, dentro de los sectores activos por su exportación, son:  

Manufactura aditiva 

Si bien el uso de la manufactura aditiva transformará la dinámica de muchas actividad económicas, las empresas deben comprender cómo, específicamente, el uso de este modelo puede crear valor para sus negocios antes de invertir en ella, advierte BCG en su análisis.

Uno de los principales desafíos que deben analizar las pymes mexicanas antes de invertir en este modelo de producción es el impacto económico a lo largo del tiempo. Por ahora, el uso de modelos de piezas industriales en impresión 3D aún tiene un costo muy elevado, aunque se irá transformando con el tiempo, agrega la firma.

Otros factores a considerar son la disponibilidad y el rendimiento de las materias primas. Las máquinas de impresión 3D utilizan polímeros, cerámicos, aleaciones con aluminio, acero inoxidable, y una serie de materiales que aún no están disponibles en la fabricación aditiva. Además, por ahora, mientras las maquinarias no sean de alta producción, el volumen de producto final es muy bajo. Por ejemplo, con un sistema tradicional de producción se pueden lograr 26,000 piezas al día de productos pequeños, en tanto, la fabricación aditiva puede generar sólo 111 piezas en el mismo tiempo.  

La manufactura aditiva será una herramienta muy útil cuando los costos bajen, los materiales básicos estén 100% disponibles y la velocidad de producción mejore. En tanto, concluye BCG, las empresas deben probar las adaptaciones o eficiencias que pueden lograr en su industria para hacer la transición con tiempo.

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