La era digital y su transformación en el mercado internacional

Rossana Fuentes Berain —columnista especializada en temas de negocios y directora de México Media Lab— analiza la transformación digital de la economía del siglo XXI, el grado de inserción de México en ella y en la producción industrial y competitividad. La mayor oportunidad, dice, radica en la “civilización digital”.

 

La era digital y transformación-540786-edited¿Cuáles serían aquellas fortalezas que tiene México para encarar el reto de lo digital?

Es un país que respeta la diversidad, enormemente creativo y en el cual no hay derechos heredados. No sentimos que nos merezcamos cosas, hay que salir a ganarlas todos los días. En México Media Lab usamos el concepto de innovación frugal. Fuera de las élites, el resto de los mexicanos vivimos con grandes limitaciones o con limitados marcos de referencia. Precisamente porque no tenemos tantos recursos, hay que hacer lo mejor con ellos. Tenemos que ser muy creativos para salir adelante. Y lo somos.

La era digital transforma la producción y el consumo, y que hace converger la manufactura  ¿Por qué es importante eso?

Porque ahora estamos mucho en la manufactura y, sin abandonarla, creo que tenemos que desplazar creativos y empresarios mexicanos hacia las industrias y servicios del siglo XXI. Las zonas económicas Especiales no solo tienen que resarcir los rezagos de Oaxaca, Guerrero o Chiapas, también deberían proyectarlos al siglo XXI. Cualquiera que haya visto lo que los oaxaqueños hacen con el color coincidirá conmigo en que podrían hacer videojuegos perfectamente. ¿Por qué pensar solo en productos agrícolas de valor agregado en Guerrero cuando pueden hacerse otras cosas? Hay que poner las cadenas de producción y la banda ancha para que eso se dé.

 Si las tecnologías digitales rompen barreras e integran personas, ¿cómo podemos aprovechar la economía colaborativa y el consumo compartido en México?

Me parece que los mexicanos estamos muy hechos a la idea. La región norteamericana tiene en Estados Unidos un modelo muy individual, en México uno más colectivo-familiar y en Canadá uno colectivo-comunitario. En México, si un familiar tiene un problema casi siempre hay un crowdfunding para hacerle frente. Pero no tenemos las reglas para transparentar cómo pasar de eso a algo más. Que no haya Estado de derecho e instituciones que propicien el capitalismo deriva en que solo puedas trabajar con tu familia, porque ahí “difícilmente te puedes pelear”, aunque yo creo que sí. Los mexicanos en general trabajan con sus parientes y luego no pueden crecer porque se quedan enanos, del tamaño de la familia: solo uno o dos jalan la carreta. 

¿Lo digital romperá eso y establecerá nuevos canales de creatividad mexicana?

Sin duda, hay que revisar las normas y las reglas para establecer ese tipo de empresas y proteger la propiedad intelectual. Quien no entienda que en lo digital es muy alto el valor de los intangibles, maltratará a su empleado y lo verá irse con sus conocimientos. Puedes ser el dueño de las veinte computadoras, pero no sirven para nada sin talento.