Olvídate de detener tus operaciones por falta de liquidez
Las pymes dedicadas al transporte de carga se enfrentan a largos espacios sin liquidez. Si eres u...
El sector de la construcción está atravesando por un momento económico de debilidad. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante 2017 este sector se contrajo 1.7% comparado con el año anterior, escenario que genera dificultades para asegurar el financiamiento para los proyectos o atraer clientes en el extranjero.
La tendencia para el sector pinta un escenario similar a lo largo de 2018, si bien no parará la productividad no será suficiente para registrar crecimiento, así lo señala la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CIMC) en un reporte sobre el sector.
Es por eso que la alternativa de incursionar a nuevos mercados es vital para el desarrollo de esta industria. De acuerdo con analistas de Global Construction Perspectives de Oxford, el crecimiento de este sector a nivel global será de 3.9% anuales hasta 2030.
Sin embargo, las compañías constructoras en gran medida enfrentan una necesidad de liquidez, no sólo para pagarle a sus trabajadores y proveedores de manera inmediata, también para iniciar nuevos proyectos. Los contratistas y subcontratistas deben esperar el pago de sus servicios en un periodo de 60 a 90 días, un obstáculo para invertir en nuevos mercados.
Para las pymes de este sector resulta complicado obtener un préstamo bancario, ya que el ciclo comercial natural de esa industria suele tener alzas y bajas en su desarrollo, explica Robert Bernfeld, analista de finanzas comerciales de Aetna Business Credit.
Además, la financiación de construcción que puede brindar un banco comercial puede no estar disponible lo suficientemente rápido como para aprovechar los nuevos proyectos de construcción, agrega.
Con ese escenario, una solución para los constructores es el factoraje internacional, a través de este instrumento obtienen recursos de manera rápida para pagarle a sus trabajadores y proveedores e, incluso, tener suficiente efectivo para nuevos proyectos.
Con este mecanismo, reitera el experto, una pyme constructora puede asegurar el financiamiento pese a los tiempos de menor demanda y garantizar que los proveedores, los trabajadores y las facturas se paguen a tiempo.